El primer ejercicio que queremos compartir con ustedes es simple, pero efectivo, y ayudará en su autoorganización.
Por la noche, antes del día siguiente, siéntese y escriba su horario para el día. Consistirá en dos partes, respectivamente, dos columnas.
La primera columna — «Antes». Este es el plan horario de lo que quiere hacer. No es necesario escribir demasiado de inmediato: en cada línea horaria, escriba una o dos palabras que indiquen alguna actividad o acción.
Por ejemplo, podría ser algo pequeño: ducharse, desayunar, poner la lavadora. O podría ser algo que consuma más energía: limpiar, prepararse para un examen, redactar un currículum, etc.
Al final de cada día, escriba en la segunda columna — «Después».
Allí debe anotar lo que realmente hizo durante todo el día, también por horas. Sus actividades pueden coincidir con las planificadas, o pueden diferir — eso está bien, no se preocupe.
Incluso si logra implementar solo una pequeña parte de la lista «Antes», la simple planificación de su tiempo puede resultarle muy útil y visualmente comprensible.
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Además, marque cada actividad con la letra «D-tarea» si la actividad no fue muy simple para usted y se convirtió en un logro específicamente para usted.
Puede ser que cepillarse los dientes o ducharse durante una depresión sea un logro para usted, no hay nada terrible o vergonzoso en eso, créame. Y entonces al lado de estas actividades escribiría la letra «D». También marque el nivel de dificultad.
Por ejemplo, hacer la cama fue bastante simple, entonces podría ser un «D-2», pero preparar el almuerzo fue más difícil, entonces sería un «D-7». La escala por la que evalúe esto está determinada por sus sensaciones.
Si una actividad en su plan fue placentera para usted, entonces marque al lado «P-placer».
Por ejemplo, si ver una película o dar un paseo por el parque le brindó alegría, entonces coloque la letra correspondiente y también evalúe el grado de placer que obtuvo de esta actividad.
Esencialmente, eso es todo el ejercicio: es simple, pero efectivo. Podría pensar que no funcionará, pero si no intenta hacerlo regularmente por algún tiempo, definitivamente no lo entenderá. Funciona porque:
Si realiza regularmente un horario para el día, pronto notará que su motivación aumenta, porque al comenzar a hacer al menos algo, refuta sus creencias de que es incapaz de hacer cualquier cosa.
Una persona que estuvo deprimida y sufrió de procrastinación durante mucho tiempo compartió su retroalimentación sobre esta técnica:
Lo más importante en la gestión del tiempo no es gestionar el tiempo, sino gestionarse a sí mismo
Peter Drucker
